En
homenaje al gran hombre que fue: Manuel Aguilar Luque, aun recuerdo sus
enseñanzas día a día y viven eternamente
en mi mente como una luz que guía mi vida, ese gran hombre que todo lo
dio por los demás, que como siempre en la vida, jamás fue recompensado por su
gran labor, he aquí su obra póstuma incompleta, pero que hace un retrato de su
vida y de su forma de ser, y seguro que él, desde donde este, sabrá que
compartirlo es engrandecer aun más si cabe su vida.
Buscando
bolets en el bosque, con el Sr. Joan; un lujo que disfruté en su compañía fuera
del horario de trabajo, experimente por primera vez, la agradable sensación de
ver como crecían en la tierra, aquellos manjares del bosque. Disfrute de la
preparación, el mismo día, hecha por las manos de mi anfitrión. Y para
culminar, degustamos en su mesa, tan apetitoso alimento. El Gozaba viéndome que
estaba alegre y haber sido quien me llevara al interior del bosque. Una
experiencia de las tantas que me hizo compartir con su familia, y que no será
fácil borrarse de mi mente.
El
cocou que tanto le agradaba, la llenega, el pinenc, el rossinyol, los carlests,
y otros tantos que se me escapa por mi poco conocimiento, se lo agradecía a la
naturaleza. Cuando los conseguía, me tenia presente y me los hacía llegar
preparados o por preparar. Me llenaba de orgullo tanta nobleza viniendo de su
persona. Digno ejemplo que otros deberían imitar, porque no se trata de
atrincherarse en sus cuarteles, sino deberse al exterior donde discurre la vida
y donde todos nos necesitamos de alguna manera.
Ya se
había hecho mayor, sin darse cuenta, en el fragor del trabajo. Me contaba el
sufrimiento que había vivido en su niñez. El hambre que habían pasado. Lo duro
que fue la vida, y lo distinto que era vivir en Arbúcies por aquella época
lejana. Tuvieron que luchar sin descanso contra las adversidades para salir
adelante. Sus largas andanzas por caminos sinuosos del bosque, en busca de la
madera con el abuelo, corriendo el peligro constante de desbarrancarse entre la
maleza, lo iba haciendo madurar. Su sangre empresarial ya bullía en él, le
corría por las venas, se sentía a gusto, trabajar en los inicios del nuevo
mundo de la carrocería que le maravillaba.
Su
abuelo, fue el pionero en la construcción de carrocerías de madera, y en busca
de la misma, emigró de Lleida, para establecerse en el pueblo de Arbucies. El
arduo trabajo que desempeñó desde muy pequeño, acompañándolo en busca de la
materia prima; y en otras, caminaba sólo, muchos kilómetros, para efectuar las
cobranzas de trabajos realizados por el abuelo o de su padre. Como si no
tuviera ya bastante, con aprender los secretos de la madera y las herramientas,
a cambio de nada.
No le
atraía la escuela, prefería salir con su madre en busca de los bolets que tanto
le gustaban a su padre y que era su debilidad, muchas veces él se lo proponía.
Su madre lo intuía en su corazón y se alegraba de compartir su osadía,
fingiendo no darse cuenta. Su destino estaba sellado, solo era menester dejar
correr el tiempo. En éstos recorridos aprendió amar el bosque y a descubrirlo
en sus vericuetos. A desentrañar sus caminos, en un plano imborrable que dibujó
en su mente.
Sus
trastadas de niño, comenzaba, cuando se le descubría mirando la escuela de
mujeres con aquellos bellos ojos celestes, o la giñada inocente a una moza. Los
castañazos que recibía en la cabeza, por parte del cura que accedía a la queja,
o el profesor que lo pillara. Ésta actitud en su época lo consideraban
escandalosa. Y qué decir de su quinta, que acudían al único paradero de autos de
pasajeros, en la calle Camprodón, ganándose el sitio, para ver desde cierta
distancia, privilegiada, a las mozas que subían por la escalinata a la parte
alta de dichas movilidades, que los trasladaba a sus diversos destinos.
Me
contaba que ya roía en su mente, a los catorce años, construir la empresa, que
hoy conduce uno de sus nietos, y que se expande con éxito en toda Europa.
Fomentó el trabajo que tanto se necesitaba para salir de la crisis económica de
entonces. Transformó el uso de la madera por el poliéster y el aluminio; un
salto importante.
Sonreía
contándome como fantaseaba, algunas veces, sentado en el sofá de su casa:
queriendo retroceder cuarenta años, para emprender otra tarea de envergadura:
Competir por la alcaldía de su pueblo liderando el partido de sus amores. ¡Las
obras que habría realizado! Tenía pensado modificar la calle Camprodón, hasta
la calle del puente, anulando el tráfico vehicular.
Lo
convertiría en un paseo peatonal, con bancas de alabastro, debidamente
adornadas y decoradas con el color apropiado que sugiera el mejor profesional
del ramo. Irían ubicados entre árbol y árbol. Construiría pequeñas rotondas, de
trecho en trecho, a lo largo del centro de toda la calle conteniendo bellas
flores de la época. El piso sería de mayólicas vistosas, abigarradas; aquí no
solo pasearía la gente, también se relajarían recreando la vista, en los peces
de colores, que se menearían en pequeños estanques, construidos en el subsuelo.
O escuchar el canto del primer reloj, ubicado a principio de la calle
Camprodón, indicándonos la llegada de una hora, durante el día o de la noche,
apareciendo unos vistosos caballos, montados por jinetes vestidos de
mosqueteros, que aparecen al caer el puente elevadizo, tocando trompetas de
victoria. Se pasearían en círculos en un espacio especialmente decorado,
durante diez minutos, para volver a guardarse en un precioso castillo. Se
construiría sobre un muro de concreto vistoso, de dos metros y medio de altura,
que levante las miradas de todos los curiosos.
Las
acacias bien guiadas a medida que van creciendo, darían sombra en el verano, y
belleza, en cualquier estación, por su forma de engrosar el árbol. Serían
estratégicamente sembradas a lo largo de la calle, en ambos frentes, sobre un
manto de grama alrededor de cada árbol. €n la calle del puente pondría otro
reloj: Un huevo gigante de costado, que se abriría horizontalmente, al compás
de una sardana popular; y aparecerían en alto relieve, desde su interior,
bailando en círculo, hombres y mujeres y niños, cogidos de la mano, estirados
los brazos al aire. Tendría la misma altura del primer reloj y, la finalidad
sería la misma, ser admirada por propios y extraños. Este segundo reloj nos
indicaría el tiempo, cada dos horas y media.
Me
agradaba escucharlo conversar. Fue un libro, ¡y lo sigue siendo!, para escribir
con páginas de oro, si se lo propusieran: sobre su vida; su amor por el
trabajo, pensando en el bienestar de la familia; ejemplaridad de hombre y de
padre; EL GRAN AMIGO, que vivió rodeado de su pueblo.
Era un
hombre dulce, recto, justo, humano. También se equivocaba, ¡y mucho! a través
de su historia, por confiado y bueno con todos. Un hombre sencillo, que tenía
algunas excentricidades a propósito: ¡Arriba el Real Madrid!, lo decía porque
detestaba el fanatismo de todos los seguidores del equipo del Barcelona. Lo
comprendía, por qué lo había vivido y se arrepentía. Sin embargo sus ojos se
iluminaban cuando se hablaba de la Cataluña próspera que no necesitó de los
políticos para salir de su crisis. La receta fue el amor, el trabajo y el deseo
de triunfar. Nunca hurgó en la posesión económica de nadie, ni su estatus
social. Se consideraba, el amigo de todos, porque que se había hecho desde
abajo para llegar hasta la cúspide de su ambición sana.
Quién
no le debería algún favor, algún consejo. Se orgullecía de haber contado con
trabajadores bajo su mandato, convertidos después en empresarios carroceros,
muy importantes, con el paso de los años. Sin hacerse competencias desleales y
respetándose los trabajadores de cada uno. Anhelaba con verlos integrados en un
sólo gremio, para protegerse en la compra de material, y preparar técnicamente
a su personal, acorde con las demandas del mercado, sin correr el riesgo de ser
absorbidos por otras empresas.
Sorprendía
a propios y extraños, cuando abría su cartera para pagar alguna copa en el bar,
que no había bebido, o la comida de algún trabajador y el de su familia, cuando
coincidían en el mismo restaurant. No tenía muchos estudios, que el obtenido en
la universidad de la vida.
Fue
chapista, profesión del que se sintió orgulloso. Le reportó reconocimiento y
dinero. No podría haberse sentido más provechoso teniendo una profesión
universitaria. Pero sabía tratar con los de la alta esfera o del llano popular.
Así conoció Ministros y presidente, que han destacado en la vida política
española, y destacan a nivel mundial en empresas privadas.
He sido
privilegiado, escuchándolo en primera fuente: sus inquietudes, sus planes, sus
anhelos. He gozado del amo, del padre, y del amigo. Lo he visto partir al cielo
con la paz de los grandes sabios, y me parece ayer, cuando conversaban sus
historias en el bosque o en su casa. Me siento orgulloso decir que confió en mí
y no estaba equivocado. Sigo siendo el mismo del pasado y el presente. Sigo
dónde él me ha dejado. ¡Amo mi trabajo! Quiero demostrar lo agradecido que
estoy por la oportunidad que me brindó para trabajar en su fábrica. Sé que
cuida a su familia desde dónde está, y deja un pequeño ladillo para velar por
nosotros.
Cuando
levanto la mirada al cielo celeste, veo sus ojos. Está conmigo en todo momento.
Se alegrará por verme que sigo manteniendo contacto con los amigos que cultive
a su lado, y la gente que me hizo conocer en nuestras noches o días de escapada
del mundo político. Sigo acudiendo a ese mundo con entusiasmo, y cuando no, me
siento reconfortado con sus visitas e invitaciones. Habrá dado palmadas, al
verme lo osado que fui postulando a la alcaldía de "nuestro" pueblo.
Podría
seguir escribiendo con ríos de tinta y cerros de papel, contando lo bueno que
fue. No solo conmigo, lo fue con todo el pueblo desde siempre. Tengo que
felicitarme de haber sido la compañía de sus últimos años, aprendí mucho a su
lado, conocí gente importante, me vestí de traje para compartir las mismas
reuniones y agasajos. Si hubiese estado unos años antes, gozándolo más joven,
lo habría animado en la alcaldía y apoyado en la realización de su sueño
truncado.
En sus
últimos días, lo acompañaba a la iglesia para estar presente en el entierro de
alguna persona. Antes iba solo. Con orgullo me contaba de quien se trataba.
Muchos habían trabajado con él. Los conocía muy bien. Si fue un buen
trabajador, regular o malo. Los respetaba por igual, del mismo modo a sus
familias. Me recordaba a su madre, Palmira; muy trabajadora, buena y abnegada.
Se sentía orgulloso cuando se acordaba de ella y un brillo se le acentuaba en
sus ojos.
Me
contó tantas cosas, como la historia del país desde la guerra Civil, y sus
siete años de soldado, pasando por Franco, hasta el último gobierno de
Zapatero. "¡Zapatero a tus zapatos"! Solía decir.
Hubiera
sido un genial alcalde si hubiese escogido ser político. O por lo menos, haber
tenido el don de retroceder en cuarenta años, para dedicarle un tiempo y
demostrarle el amor que sentía por su pueblo, y por ende a su Cataluña; esa
Cataluña vigorosa, de hombres de temple, curtidos, decididos, que como él,
contribuyeron a su grandeza. Generaron la riqueza económica, de la que hoy
seguimos gozando, propios y extraños. Todavía puede desarrollarse, aún más, con
todo el potencial de una tierra privilegiada para el cultivo, para la
industria, para el turismo, para el comercio. Con Una juventud renovada y
exenta de los peligros del siglo XXI, (como la juventud anterior, que supo
remplazar a la piedra por verduras) que sepa superar los escollos de éste
tiempo, fortaleciendo sus raíces y sus fiestas que se están perdiendo. Juventud
que sepa impedir el crecimiento de la corrupción, que los avergüence en el
futuro. Nadie podrá negar que los de la generación del siglo XIX y XX supieran
luchar con pocos instrumentos y producir más. A la memoria de éste gran señor,
y a mi manera de escritor de pacotilla: Éste americano, catalán, español y del
equipo del Barça, relata la presente historia narrativa en su honor.
A altas
horas de la madrugada, estaba desvelándome por la melancolía del recuerdo.
Estaba despierto, parado, con los pies y brazos cruzados, pegado al lado
izquierdo de mi ventana abierta. Las luces las tenía apagadas. Respiraba el
ambiente raro de aquella madrugada; demasiado calmado para ser otoño, oscuro y
frío. El cielo, era un manto negro, gigante, con alguna que otra estrella
lejana. Una manada de gatos, desordenados, interrumpió el silencio de mi
meditación. Cruzaban a media calle. Daban saltos sorpresivos, con las garras
afiladas y una pata en alto, de rato en rato, pelando los dientes. Ronroneaban
con gravedad. Parecían voces gesticulando una palabra fallida. Alguna gata
hermosa a los ojos de los gatos, ofrecía la sensualidad de su puesta en celo.
Los gatos pasivos y educados en el arte de la excitación natural, esperan su
turno con la libido en aumento, que llegue la hora de poder dar el mejor polvo
de sus vidas y después, adiós.
Yo
meditaba en la vida distinta que había dejado al otro lado del Océano
mediterráneo, y lo que vendría con el paso de los días en la nueva faceta qué
me ofrecía Europa. No me faltaban condiciones, simplemente, Europa me cerraba
algunas puertas, no me convalidaba muchas cosas buenas de mi trayectoria
juvenil en América. Mi vida sería distinta, diametralmente, pero decorosa.
Luchaba por una causa justa: Otorgarle a mi familia, otra nueva vida, honesta y
tranquila, ésta vez aquí en la Europa antigua. De pronto una conversación
lejana que apenas se percibía, fue aumentando de tono a medida que se
acercaban. Hasta aparecer en la pared de en frente dos sombras corpulentas que
se meneaban insistentes. Estaban liándose a golpes. Se agigantaban y
empequeñecían a la velocidad del rayo cómo sí de una película se tratara. Los
movimientos toscos, cortaban el aire con fuerza, de arriba, abajo, y viceversa.
Algo me llamó la atención, en aquellas figuras negras. Fue fugaz, que le reste
importancia involuntariamente. El sueño me vencía. Había tenido un día agotador
el día anterior en mi faena de la construcción. Mi mente deseaba descansar,
enviaba mensajes de emergencia al cuerpo desfalleciente. Me separé de la
ventana para recostarme ligeramente, cruzado en mi cama, vestido. No sé cómo me
quedé dormido.
La
alarma del reloj me despertó, sobresaltándome, a las seis de la mañana. A esa
hora los trabajadores como arañas tejen sus propios hilos rumbo a sus destinos.
Se empezó a escuchar gritos de espanto provenientes de la calle, mientras la
consternación se apoderaba en los rostros de la gente ante el cuadro que los
espeluznaba., ¡Está muerto! ¡Qué alguien llame la ambulancia!. Se escuchaba
insistente. Bajé presuroso por las escaleras, poco acicalado, a la puerta de
salida. Al asomarme a la calle vi la gente, que iba y venía, en dirección de mi
lado izquierdo. Me dirigí al mismo lugar superando las dos casas de mis vecinos
donde se encontraba el motivo del asombro. Pasado la curva que describe la
pared, vi la gente arremolinándose. Semejaban enjambres de abejas, alrededor
del occiso, que yacía en el suelo con la cabeza ensangrentada sobre un
bordillo, embadurnado de polvo, de cabeza a los pies. No había duda, era Josep.
Sus ojos ya sin brillo, dirigían la mirada yerta a todos lo que iban y llegaban,
cómo si lo escrutara todo. La expresión de melancolía y resignación, se había
fijado en su rostro, en el preciso momento, quizás, cuando la vida se le
escapaba contra su voluntad; en las manos sucias de un degenerado y
desagradecido. Quién lo propició, cortaba de un tajo la fructífera vida
política de un hombre que lo daba todo en favor de su pueblo. La policía, el
Juez de paz, estaban consternados con el hecho. Cada uno hacía los asuntos de
su competencia.
Enterado
el cura de lo acontecido, se levantó de su franciscana cama, con el pelo
enjuto, los ojos legañosos, apresurado, a dar la orden de tocarse la campana
convocando a la primera misa, que se celebraría a nombre de la ex autoridad.
Las mujeres presurosas, retornaban a sus casas para desempaquetar el trastero
de sus ropajes. Necesitaban con urgencia la ropa negra de luto riguroso, para
vestirlo por el insigne hijo ilustre.
El
cuerpo inerme, rígido, de Josep, había soportado el viento gélido propio de los
otoños en Europa. Se había salvado de la lluvia pronosticada ese día, por el
departamento de meteorología español. Gracias a Dios, como suele suceder, no se
cumplió. Las hojas secas, convertidas en sábanas anchas y largas; vagaban
ondeantes, inermes, golpeándose contra la pared que encontraba, revolcándose en
la tierra. Vivían el dolor del drama, a su manera atípica.
Los
comentarios sobre la digna persona de Josep, no se hicieron esperar. Fueron
diversos y de lo más vario pinto, coincidiendo siempre en lo positivo que le
enmarcó toda su vida: "FUE NOBLE COMO PERSONA, CÓMO AUTORIDAD,
EXCELENTE".
La
noticia inició rauda carrera, como agua, desbordándose desesperada por asirse en
el vasto espacio político. Las campanas de las iglesias, de los pueblos
colindantes, despertaban con tristeza inusual en la lejanía a medida que iban
conociendo lo acontecido. A esas horas, el cuerpo de Josep era llevado por la
ambulancia sin rumbo conocido, con la sirena enloquecida de dolor. Las luces
rojas circulantes, cortaban el aire y los árboles de un sesgo, con la velocidad
de la unidad médica, en medio del bosque agreste: Caminos empedrados y llenos
de cascajo y tierra. Subidas, llanuras, pendientes, y curvas; semejando los
diversos ofidios del mundo, con diversos tamaños y formas.
El
pánico de la gente y de las autoridades, motivado por la investidura del
personaje, y sobre todo, que era un hecho delictivo de grandes proporciones,
que nunca se había sucedido; propició que se olvidaran de preguntar a qué
hospital, sería conducido el cadáver, para la autopsia de ley. Por entonces no
estaban definidos los límites de Girona, Hostalric y Barcelona.
Recurriendo
al parte de la guardia Civil; se detalla el acontecimiento, y la posición en
que se encontró al occiso. El lugar exacto, donde se produjo el posible crimen,
por no encontrarse huellas de haber sido arrastrado el cadáver. El nombre de
los policías intervinientes y su grado. Fecha y hora, y la constancia adjunta
de autorización del juez de paz del pueblo, dando la orden de levantar y subir
el cadáver en la ambulancia. Pero no aparecía el nombre del médico
interviniente, ni el número de matrícula de la unidad; tampoco registraba,
dónde se le trasladaba a Josep. Datos importantes con la que hubiesen alertado
a su familia, o al resto de autoridades de su gobierno. La información, habría
facilitado la toma de adecuadas decisiones, en tales circunstancias.
La
policía estaba ocupada, a esas horas, tras los pasos del presunto criminal y
presuntos cómplices, de alguna manera. Ataviados con el tricornio en la cabeza.
Con cartucheras y la trinchera portando las municiones, les atraviesa el plexo
y la cintura. La capa larga, cubriéndoles del mal tiempo. El máuser de cerrojo
al hombro, y las botas de servicio, constituyen su todo terreno para buscar
hasta en los lugares más complicados de la montaña, al ó los delincuentes.
Confiemos en aquella pareja de nuestra Benemérita Guardia Civil.
Las
horas se hicieron interminables aquel día. Cumplida mi faena, retornaba cansado
a casa. Todo era un mar de llanto de la gente que corría por las extensas
explanadas, poniendo en peligro los cimientos del pequeñísimo pueblo. La noche
demoró en hacerse presente. La naturaleza ponía lo suyo para que capturasen al
presunto infeliz criminal, y a los presuntos implicados. El dolor de las
mujeres era más evidente. Iban y venían de la iglesia, cubiertas la cabeza con
sombrero y velo en el rostro, y todo el cuerpo de ropaje negro riguroso, hasta
las manos, en señal de duelo. Estaban compungidas, desesperadas, presurosas. _
¡Por qué él! ¡Por qué!. _ "tan bueno, tan guapo", se repetían.
Josep,
desde niño había cautivado la curiosidad de las mujeres en el vasto valle. Ya
joven, había alcanzado una estatura alta, atlética, un poco grueso. De piel
blanca cremosa. El rostro de pómulos rosados, y sus ojos celestes, como las
aguas de los océanos caribeños. Su metro ochenta desde los quince años, lo
hacía más evidente. La elocuencia de su conversación e ideas renovadoras,
alocadas para su época, le daban cierta distinción ante los demás. Su poblada
cabellera lacia, castaño claro, un poco largo en la parte trasera, y tapándole
las orejas por los costados; creaba en el mundillo de los secretos femeninos,
al príncipe azul de sus sueños que las despertaba con sus besos ficticios cada
mañana, ó les sorprendía en sus momentos embobados, poniéndoles la carne de
gallina.
Fue un
fuera de serie. Destacó en los deportes, en los estudios. Se rodeó siempre de
personas mayores valorándolas por sus opiniones positivas. Era el líder nato
que estaba atento a nutrirse de todo aquello que le permitiera estar más
cultivado, cada día. Era un hombre especial; un líder de coraje; mando fácil,
capaz de mover las masas populares. Sabía trasmitir confianza, y alentar a las
personas necesitadas de apoyo, en el momento oportuno.
A Josep
se le atribuye el honor de haber iniciado la primera huelga que sacudió España
entera, en su época de estudiante. Cursaba el último año de primaria. Los
profesores habían optado por saltarse sistemáticamente los horarios de clases,
faltando a algunas de ellas, y en otras, recrudecían el acto, faltando el día
entero. Retrasaban el normal desarrollo de las materias previstas en la
curricular. ¡Disquen!, por no recibir positivamente la respuesta a sus
peticiones, formuladas el año anterior, ante las autoridades supervisoras de la
educación. Estas autoridades estaban encargados de recorrer las escuelas
lejanas de los valles, buscando el informe de sus necesidades y problemas para resolverlos,
inmediatamente, en el presupuesto del año siguiente, publicándose en el BOE.
Los
profesores solicitaban la construcción de casas de interés social, para los
miembros del magisterio que desarrollan su labor temporal fuera de las
ciudades.
Considerando
la geografía de los pueblos, las distancias que recorren a pie los estudiantes,
incluso algunos profesores, desde sus casas a la escuela; era demasiado
sacrificado como para evitar que los alumnos no se duerman durante las clases.
Solicitaron una unidad de transporte escolar, que los recogiera y llevara por
la mañana y por la tarde. Los alumnos se evitarían cargar con la comida
preparada y fría, para no hacer cuatro recorridos a pie, imposibles, en un día
de estudios, en un valle tan extenso al cual nos suscribimos.
Solicitaban
la reducción del cincuenta por ciento de los impuestos, creado por hacienda, y
los que estuvieran por crearse; considerando los exiguos emolumentos del
profesorado salidos de la universidad.
Y la
dieta del profesorado, les permitiría cubrirse sus alimentos en alguna casa
pensión.
Allá
por el siglo XVIII y a principios del siglo XIX, el sistema de educación era
muy diferente. Los padres enviaban a sus hijos al profesor del valle que los
acogía en su casa para enseñarles lo más elemental que les sirviera en la vida.
No todos contaban con los medios económicos suficientes que mejorasen la
educación de los hijos enviándolos a las grandes ciudades. Oportunidad que sí
tuvo Josep como veremos más plante.
Las
connotaciones de la huelga, fue destapada por un periodista ocasional que lo
vivió In Situ, el desarrollo y los motivos que la causaron. Apenas puso un pie
en Madrid, no hizo más que dar rienda suelta a los acontecimientos, con pelos y
señales, liberando la compuerta de las noticias, acusando la corrupción que se
gastaba, peligrosamente, en los lugares lejanos de la península.
"LA
BUROCRACIA, ES MADRE DE MUCHOS VICIOS CUANDO NO HAY CONTROL, Y EXCESO DE
PERSONAL, SIN EL MÁS MÍNIMO DESEO DE CUMPLIR, RESPONSABLEMENTE, CON LA SAGRADA
FUNCIÓN QUE LES ENCOMIENDA LA REPÚBLICA".
"LA
LEJANÍA PAGA CON CRECES LO QUE SE DERROCHA FACILMENTE EN LA CAPITAL".
"LOS
EJEMPLOS DE LAS ALTAS AUTORIDADES, SON BIEN ASIMILADAS POR SUS SUBALTERNOS EN
LA DISTANCIA. DILAPIDAN LOS DINEROS DEL FONDO DEL TESORO, EN OTROS VIAJES,
MENOS EN EL QUE LES SEÑALA SU FUNCIÓN."
"MIENTEN
SIN RESERVA ALGUNA, CUMPLIR CON SU MISIÓN".
"LOS
CIUDADANOS MERECEN MAYOR RESPETO". Etc. Etc. Etc.
Rezaban
multitudinarios títulos posteriores. Muchos de ellos ácidos de tono, ocupando
las primeras páginas de los diarios. Comentarios aparte, la trasmisión de las
emisoras a nivel nacional, y el NODO por obligatoriedad de la ley, en los cines
de las grandes ciudades; antes de los comerciales que anteceden a las
películas.
Enterado
de los acontecimientos por el diario que le alcanzó el mayordomo en el bordillo
de la piscina, y la inmediata llamada telefónica de sus asesores; El Ministro
de Educación, montó en cólera disponiendo el cierre temporal de la susodicha
escuela, y el despido de los docentes y personal administrativo, por abandono
injustificado de sus funciones.
El
acontecimiento explotaba Ad Puertas de empezar las próximas votaciones
electorales. No quedaba otra actitud, que abortar el espeluznante
acontecimiento, con la guadaña que suele emplear el poder abusivo, ante la
falta de mejores armas. Estos destapes no favorecían en nada a él y a su
partido. Recordó con rabia, parte de su discurso cuatro años atrás en el
Hemiciclo del Congreso: "...HOY EMPIEZA UNA NUEVA ERA EN FAVOR DE TODOS
LOS NIVELES ESTUDIANTILES. QUEREMOS UNA ESPAÑA LIBRE, ENRRIQUECIDA EN LA
CULTURA DE SUS PUEBLOS: SUS TRADICIONES, SU IDIOMA; Y CREO EN EL ENCUMBRAMIENTO
INTELECTUAL DE SUS MIEMBROS, PARA DESARROLLARSE PLENAMENTE. CREARÉ UNA
DEPENDENCIA DE CONTROL ESCOLAR, QUE VIAJE POR EL VASTO TERRITORIO DE LA
PENÍNSULA, RECOGIÉNDO DE PRIMERA MANO LAS NECESIDADES, INQUIETUDES Y PROBLEMAS,
QUE SE PRESENTASEN EN EL EJERCICIO DE LA EDUCACIÓN, PARA SOLUCIONARLOS
PRIORITARIAMENTE. BAJO CONTROL ESTRICTO DE MI PARTE, Y DE QUIENES CORRESPONDA,
EN EL MINISTERIO QUE ASUMO. ES UN COMPROMISO DIRECTO CON EL PUEBLO, Y SOBRE
TODO, CUMPLIR CON MIS ANHELOS Y PRINCIPIOS. HOY LO JURO ANTE EL DIOS NUESTRO, Y
LAS LEYES QUE NOS AMPARA. SI NO FUERA ASÍ, QUE LA REPÚBLICA, Y LAS LEYES
VIGENTES, ME JUZGUEN Y ME CONDENEN..."
El
sudor que perlaba la frente del ministro, no era el agua de la piscina que
escurría. Era su miedo al fracaso. Sus nuevos pensamientos y nueva vida, le
sonaban falsas como el discurso ante el Congreso. Evaluaba lo mucho que habían
cambiado su días, incluso el cambio de residencia. Tenía piscina, mayordomo,
coche en la puerta, y seguridad, las veinte y cuatro horas del día, pagado por
los ciudadanos españoles. Sus hijos estudiaban en el extranjero. Su esposa
cambiaba de ropa como las fiestas se le multiplicaban y sus zapatos pedían cada
vez un lugar especial para descansar en la lejanía de sus pies, nada decorosos
por la humedad del trajín.
Era
feliz, hasta esos precisos momentos que le devolvían a la realidad. No se había
percatado que caminaba desnudo, alrededor del teléfono que se encuentra en el
hall de la casa ante la sorpresa de su mayordomo, que no podía disimular su
agrado lujurioso, relamiéndose la lengua en los labios, y el movimiento sensual
de su mirada picara, giraba a los compás del movimiento del miembro viril de su
amo. La preocupación que le invadía al Ministro, no le permitía ver lo que
sucedía en el entorno de su herramienta masculina, moviéndose como péndulo
entre sus piernas: Descuidado, sin el calor del amor, por la continua ausencia
y cansancio de su mujer, llena de tanta fiesta y compromisos sociales.
Sus
ambiciones languidecían en su interior, como había languidecido la bulla de sus
hijos, que no fueran por los hilos del cable, exigiéndole sumas de dinero que
cubran sus nuevas posiciones donde se encontraban. La ternura de su mujer,
antaño, antes de ser político, era el impulso que lo alentaba cada mañana,
cuando la destapaba al levantarse. La contemplaba en la cama, dormida, desnuda,
sus pechos hermosos. Su cuerpo ondulante, férreo y bravío como las olas del
mar. Su belleza; el dulce rostro sereno, y hermoso color de piel. Sus bellas
piernas, que le revoloteaban la sangre.
Recordaba
con melancolía la casa pequeña, antes de ser Ministro, que con amor y
felicidad, le costara el producto de su esfuerzo; tenía más valor que aquella
torre con piscina. Sus ingresos habían aumentado, como las amistades y los
compromisos fáciles. Sus esfuerzos se centraban, de tanto en tanto, en elaborar
discursos para convencer a sus oyentes cuando se dirigía al congreso, o a las
masas populares, en tiempo de elecciones. Entonces sí que trabajaba. Estaba
descubriendo en el silencio de la nueva casa, que no solo ha cambiado su vida
materialmente. Humanamente, no era feliz en el presente. Faltaba el cariño de
la esposa y de la familia, unida como antaño. Y para completar su suerte, tenía
otro peligro eminente, no se daba cuenta por la preocupación: El posible salto
del tigre, y la patada a la bombilla, en la oscuridad de su cuarto, en un día
de exceso de copas: aparecería el mayordomo. ¡Joder!
"¡ES
EL MOMENTO DE ACALLAR A LA PRENSA, VE AL FULANO DE TAL Y AL MENGANO QUE ME
OFRECIÓ SUS FAVORES CUANDO LO NECESITARA; LO DEMÁS QUE LE DEN POR EL
CULO!" _ se le escuchó aumentar la voz con rabia en el auricular que
pendía ajustada entre la cara del político y su hombro izquierdo, mientras le
escurría el agua mezclada con sudor, de los ojos y el cuerpo. La orden iba
dirigida al asesor personal de su Ministerio, quien elaboraría el proyecto de
Resolución, en el término de la distancia, para ser rubricada.
A
órdenes de Josep, los alumnos se habían agazapado en sus casas y no valieron
los esfuerzos de sus padres por echarlos de sus cuartos y mandarlos a la
escuela. Sólo él podría darles la orden de levantar la huelga. Tuvieron que ser
los mismos profesores, enterados de la decisión del Ministro, los que
renunciarían a sus peticiones.
Después
de la reunión previa que, tuvieron los profesores y personal administrativo,
acordaron elaborar unas pancartas con las siguientes lecturas:
"RENUNCIAMOS A NUESTRAS PETICIONES. REIVINDICATIVAS Y JUSTAS"
"ALUMNOS, NUNCA ES TARDE PARA RECUPERAR LAS CLASES PERDIDAS"
"CONTIGO, QUERIDO ALUMNO, CAMBIAREMOS EL MUNDO" "A LOS PADRES DE
FAMILIA, MIL DISCULPAS, SOMOS HUMANOS TAMBIÉN"._ Con esas pancartas, se
dirigieron presurosos a la casa de Josep. Dialogarían, comprometiéndose
recuperar las clases y no volver a faltar; al menos, en lo que restaba del año
curricular. Si de la conversación, los resultados fueran favorables, la nueva
decisión era, ir de casa en casa de los alumnos, para dar la buena noticia. Así
fue; atentos a la nueva orden, todos los alumnos regresaron a la escuela a
tiempo. Y los alumnos, amenazaron al Ministro con realizar otra huelga, si no
se daba atrás con su Resolución de despido. Recurrirían a la investigación de
su vida, cómo hombre público, y solicitarían se publique: Fondos destinados a
su Ministerio, Sueldos y salarios desde la escala superior, hasta el último
obrero, y que cantidad de trabajadores había incrementado durante su mandato; y
lo más relevante, cuanto se había invertido en solucionar los problemas de la
educación.
Amenazaron
con recurrir al mismo columnista que había destapado la corrupción del
Ministerio, y elevarían su queja, apoyados por el periodismo, a las más altas
esferas, con el eslogan: "EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN ESPAÑOL, CIERRA
ESCUELAS PARA QUE LOS ALUMNOS NO SE EDUQUEN"
Sin
proponérselo, Josep había sembrado en tierra fértil, la semilla de la huelga,
como un acto jurídico qué les asiste a todos los ciudadanos, cuando vieran
conculcados sus derechos más elementales. Con el tiempo se reconocería en el
Código Laboral y más adelante, en el futuro, con un gobierno democrático, y con
el tesón de los trabajadores, unidos por un mismo ideal, lograsen que se
suscriba como un nuevo libro en la constitución Española.
PASO
DEL TIEMPO, NUEVOS PROYECTOS
La
gente se multiplica en el mundo, como en la sagrada escritura, se multiplicaron
los peces y los panes. Crecen nuevas generaciones, unas tras otras, cómo deben
crecer sus virtudes por encima de sus defectos. Las generaciones, deben estar
preparadas a la hora de afrontar sus problemas inherentes en las personas
individuales y colectivas.
Las
necesidades, al paso del tiempo, aumentan, como las edificaciones copulan con
las ambiciones. El mundo es el mismo, pero los espacios se acortan y el
ambiente se corrompe. La nieve de los polos se transforma peligrosamente
convirtiéndose en agua no deseada.
Nace la
envidia. Nacen las enfermedades raras. Nacen las plagas. Pero todo no puede ser
malo en éste mundo. En contraposición, gracias a Dios, nace el amor, como arma,
que ennoblece las almas y sublima el espíritu, resta el dolor; desde la profundidad
de la carne y en el origen de la tierra que lo trajo consigo. ¡Se anida en el
corazón! ¡Florece en los poros! Tocarlo, experimentarlo, es lo más maravilloso.
Mueve montañas. Son gotitas de rocío de la mañana refrescando la vida. Nos
alimenta, y nos da fuerza para seguir adelante: ¡Para luchar!
Son
susurros al oído que se mueven como electrones en el espacio. Lo percibimos. Es
música. Son zalameras caricias que se esparcen en nuestro contorno. Y en otras,
se lleva escondido. Nadie lo puede comprender por qué algunas veces suele ser
prohibida, pero nos hace feliz. Nos ayuda a vencer la dureza de los días. Anima
a transformar el mundo. ¡Es la flor más maravillosa y fragante de la macro
esfera! Por el amor, somos útiles en la vida. Josep así lo percibía.
Josep,
se había convertido en un joven apasionado de la lucha, por mejorar todo lo que
le rodease. Se hacía necesario fortalecer la agricultura, aprovechar las
tierras fértiles y la forestación existente para dar el impulso económico
importante. Pero necesitaba de apoyo. Debería contar con un grupo de jóvenes
que convergieran en sus ideas, en aras de hacer reformas en su época. El creía
en la Conservación del Medio Ambiente. Amaba el bosque. Solía caminar en ella
cuando el tiempo se lo permitía. Insuflaba el aire puro llenando sus pulmones
anchos, lejos de las bacterias o virus. La gente viviría sanamente y los niños
crecerían fortalecidos, pensaba. Limpios de toda enfermedad peligrosa. Miraba
con dulzura los alcornoques, los pinos, los abetos, las castañas, las encinas,
los fresnos. Miraba el ancho mar verde escalar hasta las bases del Montseny.
Bello
espectáculo, ver la mole de granito en la primavera, o el verano: desnudo,
imponente. En el otoño y en el invierno, el decoroso vestido de la nieve la hace
inigualable. El accidente aéreo no ha manchado la dureza de sus muros. Fue un
desatino de la naturaleza resumir las culpas de sus ocupantes, en sus faldas.
Recordaba
las acacias. Le hacían suspirar por el más bello episodio que guardaba en su
corazón. El valor de sus hojas blancas. Se extasiaba viendo las siembras y las
cosechas que efectuaban los payeses. ¡Ay las agradables judías del ganchete que
tanto le gustaban! adornada de una buena butifarra a la barbacoa o un buen
entrecot, de vez en cuando. Todo era saludable, deberían mantenerlo siempre.
Qué decir de los sabrosos bolets y los espárragos verdes. En las manos de su
madre, la preparación, lo convertía en un manjar.
Era
necesario elaborar Estrategias y Prevenciones contra las drogas. La mala noticia
provenía de América, propalada por las emisoras de radio y el No Do. No dejaba
dudas del peligro eminente que podría atacar a las juventudes de su pueblo.
Enriquecía mafiosos y destruía familias.
Tenía
la convicción que debería crearse Fuentes de Trabajo Temporal, para entretener
a los jóvenes que se inician en la vida, y que no lo tienen nada claro: Cuál
sería el camino a seguir, hasta encontrar su futuro. Sería un buen comienzo,
hasta acceder otro trabajo mejor remunerado. Aprendería junto a un oficial, la
especialidad que le gustara. Así se convertiría en un asalariado profesional o
técnico productivo, con el beneplácito de su familia y su país. Los padres, se
liberarían de los hijos acostumbrados a invernar sus solterías, en sus cuartos
desordenados. Ocupados a tiempo, los alejaría de los peligros sociales.
Josep
era un convencido tozudo, que las autoridades deberían poner los ojos en los
Deportes y apoyarlos. "MENTE SANA, CUERPO SANO". Podrían organizarse
y conseguir buenos maestros en cada uno de las especialidades que se pondrían
en práctica: Fútbol, fútbol sala, básquet. El Judo y el karate, eran otras
disciplinas que se estaban extendiendo y que provenían del Continente Asiático.
Bullía
en su mente fortalecer una Sociedad Estable y Unida, que garantice la
consecución de las costumbres regionales. El modo de vida en grupos,
fortalecería a los pueblos, a sentirse más familiarizados que extraños. Tomaba
conciencia que sus ideas eran temas candentes para su época, pero necesarias.
El tiempo le daría la razón.
Con el
ir y devenir de los días y la maduración personal; las ambiciones sanas
aumentaban en la mente de Josep. Crecían como los abedules en las altas
montañas. Quería planificar, organizar, dirigir y ejecutar, el crecimiento de
su pueblo. Para lograrlo había un solo camino: Prepararse adecuadamente.
Seguiría sus estudios universitarios, truncados; de Derecho y Ciencias
Políticas. "ASÍ OBTENDRÉ LOS CONOCIMIENTOS NECESARIOS. ME RELACIONARE CON
NUEVAS PERSONAS Y OTRAS NUEVAS AMBICIONES". Acuñaba en su mente esos
pensamientos. Y también recordaba el dulce aroma de la mujer que le robó el
corazón, desde que la vio por primera vez, hace siete años. Contra su voluntad,
aprendió amarla en silencio. Quería decirle que la amaba. Recitarle tantos
poemas que organizaba en su mente. Decirle, que era lo más hermoso, dulce, y
sensual, que había llegado a su vida. Pero su timidez o cobardía, lo hacía
enmudecer cuando la tenía a su lado. Cómo aquel mismo día, que gozó en silencio
su compañía. Le envolvía su aroma divina; y la cesta en sus manos, cuando
fueron juntos por el bendito árbol de la acacia, para coger su fragancia y
belleza, convertida en hojas blancas. Ella no lo sabía ó quizás sí. Deseaba
besar sus pequeños labios, rosados y carnosos. Desfallecía admirando su rostro
dulce y sereno. El color de su piel le encendía la sangre. Su cuerpo ondulante
y sus bellos pies delicados como lo eran sus manos, dedos y uñas; le quemaban
las sienes, quería sentirlas recorriendo su cuerpo. Le ardía en el alma, que su
timidez o cobardía lo persiguiera siempre. Estaba locamente perdido. Muchas
veces se le trabaron las palabras cuando hablaba con ella. Su amor crecía a
diario, no había disminuido un milímetro. Su presencia era importante en su
vida. Le dolía cuando a ella no la notaba igual, sin esa alegría que la hace
una diosa, de cabellos cortos y de oro. En cambio él la nombraba desde el
amanecer hasta el anochecer. Hasta la había soñado muchas veces, en la práctica
del amor. Se recriminaba no poder decirle lo mucho que significaba en su vida.
Que era el secreto mejor guardado que no le revelaba ni a su propia sombra.
Muchas veces salía con esa decisión. Quería decirle, entre tantas otras cosas,
que se rendía a sus pies. Que deseaba besarlos con pasión. Amaba sus pasos y la
huella que dejaba en el camino, los recogería para ponerlos en un lugar
especial; pero no se daba la oportunidad, por la mordaza que le taponaba la
boca. Había aprendido adivinar sus pasos, sin verla, y saber qué zapatos
llevaba ese día: si eran de taco alto o mediano, o simplemente, unas sandalias
preciosas como su buen gusto.
"OBTENIDO
EL TÍTULO PODRÉ TOCAR LAS PUERTAS DEL CIELO ENFAVOR DE MI PUEBLO; QUIZAS HASTA
PUEDA DESPERTAR LA DULCE MIRADA DE LA MUJER QUE AMO EN SILENCIO. NÚNCA ES
TARDE, SIEMPRE HAY UN MAÑANA MEJOR".
No le
fue nada fácil, conversar y convencer a los jefes de familia y jóvenes,
diseminados en el extenso valle del Montseny, explicando sus inquietudes y
proyectos. Ahora, le quedaba un largo período de sesiones que se realizaban en
diferentes casas, elaborando un plan a ejecutar durante su ausencia. De esas
reuniones, nació la idea conjunta de contar con un local donde se reunieran los
vecinos a debatir sus ideas en favor de su terruño, y la de inculcar a la
gente, acudir los domingos a la hermosa iglesia existente, de la época romana,
para la paz y el sosiego del espíritu. Dejó creado una contribución pequeña de
dinero, convenido por los vecinos que creían en sus proyectos. Serviría para
ahorrar y destinarlo a obras concretas que, mejorasen las condiciones humanas a
la ya existentes, y se dé la convivencia social más cercana, en el futuro.
Por
entonces no había agua, ni luz. El agua que consumían los pobladores era de la
riera ó de las fuentes naturales que se encontraban a lo largo del bosque. Y la
luz, en el interior de las casas se superaba con mechas encendidas por dos
trozos de carburo, ó de aceite, que dejaba las paredes sucias de hollín.
La
basura, no tenía solución; era otro problema que requería esfuerzos
prioritarios. Se necesitaba buscar un lugar apropiado donde verter la basura
para después enterrarla. Podría enseñarse en la escuela, desde los inicios,
como separar la basura de otros residuos. Así podría quemarse parte de ella.
Sería una de las tantas soluciones que podría irse descubriendo.
En
cuanto al agua, soñaba ambiciosamente, con ver que se otorgara el servicio en
el interior de los domicilios. Demandaría también, que fuera exclusividad y
responsabilidad de la Casa del Pueblo, su administración, regulación y
distribución del líquido elemento. Lucharía por conseguirlo a nivel superior.
No lo consideraba producente que siendo dueños de una inmensa cantidad de agua
corriendo por la riera, y naciendo del interior de la tierra, no gozaran de
éste líquido elemento en el interior de sus viviendas. Era necesario también su
otorgamiento a la pequeña industria, para impulsarla, con un pequeño coste
adicional.
Se iba
henchido el corazón por las dos razones poderosas que llevaba en la mente: El
claro y verdadero amor de su vida que lo alentaba silenciosamente, en los
buenos y malos momentos que pasara; y el camino expedito del regreso, para
asumir las funciones de líder, y cumplir con su ambición más excelsa. Tenía pactado
trabajar con un grupo de jóvenes, coincidentes en sus ideas, por el progreso
que tanto necesitaba el pueblo pequeño, existente, y el extenso territorio
donde estaba el grueso de los ciudadanos; los payeses. Ellos tenían por misión
mientras dure la ausencia, la de seguir los trámites pertinentes para
inscribirse en el registro Electoral. Se habían dado los primeros pasos, los
más difíciles. Ya no estaba sólo en su cometido.
Pasó el
tiempo sin saberse nada de Josep, hasta seis años posteriores antes de que
llegara a sentarse en el sillón de la Primera Autoridad, por decisión de su
pueblo. Puesto, que lo supo mantener por muchos calendarios y, hubiese
mantenido otros más, si no hubiera nacido aquella madrugada tan lamentable,
oscura, que sólo se ve en las profundidades de los mares embravecidos; una
catástrofe de tormenta. Los rayos de dolor y los truenos de llanto que
despertaron, fuertes vientos corriendo desbocados de odio. Y la naturaleza,
maldiciendo la mala intención de algunos hombres que inyectan su veneno, como
olas inmensas que se levantan, imponiendo su inmensa fuerza en su caída,
destruyendo grandes y pequeña barcas de sentimientos, al garete de sus malos
pensamientos. Porqué tuve que ser yo, quién presenciara aquellas sombras negras
reflejadas en la pared; preludio de una inmensa llama que se apagaría de golpe.
EL
TERREMOTO QUE ADELANTÓ LA HISTORIA
Retrocediendo
un poco el pasado, en un día caluroso de Junio, le dejaría muy marcado a Josep,
que tendría que recordarlo hasta los últimos días de su vida. Un papel sucio,
focalizado de mierda, que en la inclemencia del sol, se confabularía con el
viento para hacer historia. Fue la gota de agua que rebasó el vaso, al hacer
incursión militar, de un ejército desconocido, en su casa. Había ingresado por
el altillo donde se guarda los alimentos de la cosecha. Se aferró a la
escalinata para bajar suavemente, escalón por escalón, hasta llegar a los
bajos. Cruzó la mampara con desfachatez. Estaba en el comedor. Viró apresurado
en noventa grados, para cruzar sigiloso el cuarto de los padres de Josep, que
se encuentra, en el ala derecha, formando un pasillo mediano cuya señal guiara
el camino de su destino: el ala izquierda donde estaba el otro cuarto.
La
casa, como siempre, gozaba la pulcritud esmerada de limpieza. El papel siguió
su andanza de caballero inglés con paso redoblado, hasta dar con el reloj de
cucú en la pared, al fondo del pasillo. Forjada en madera de cedro blanco,
traído de las amazonas por los padres, de la madre, de Josep. Constituía un gran
tesoro por su antigüedad: Data de mil ochocientos veinte; una riqueza
sentimental, convertida en una joya invalorable de la familia; un adorno que
vence el tiempo y llega al modernismo con salud intacta. Había sido puesto al
final del pasillo para ser admirado en aquel lugar acogedor de la casa, y
estaba vista la hora, puntualmente, sin retraso de minuto alguno. Giró a la
izquierda después de haberse dado un fuerte golpe en el cristal, a la altura
del péndulo, para posarse frente a la puerta abierta del cuarto de Josep.
Era un
desafío peligroso, tener que alzar vuelo, como emirato árabe, paseando en
aquella alfombra voladora, de sus recónditos antepasados. Se meció en el aire,
rompiendo las latitudes como los OVNIS, antes de aterrizar, justo, en el centro
de la cama. Ni un centímetro más, ni un centímetro menos. Hermosa cama
cubierta, aquel día, por un bello edredón blanco, con muchas flores grandes de
rosas rojas, en todo lo largo y ancho del perímetro, bordadas en alto relieve.
Hecho con mucho amor en la artesanía veneciana, por quien lo confeccionara en
su ancho y largo telar moderno de la época parisina, y acompañado con unas
finísimas copas de cristal veneciana, hecha a fuerza de pulmón, trajera como
obsequio personal, un marino amigo de la familia, en uno de sus viajes por el
mediterráneo. La funda, de dos almohadas en su interior, lleva el mismo color y
adornos; completando la bella y simétrica cama de dos plazas, situada en medio
de la pared del fondo. Guiándose siempre por la puerta de entrada. Él siempre
previsor.
Las
cuatro paredes estaban pintadas del color zanahoria brillante, madura. Resalta
una biblioteca bien surtida, alta, casi rosando el techo. Ocupa casi toda la
pared del lado derecho, con un escritorio al comienzo del mueble por el ala izquierda,
siguiéndole por encima hasta coincidir con su final, vertical perfecto, tres
cobertizos de libros; todo nace de un mismo mueble, armada en el mismo lugar
donde hoy se conserva; y su silla tallada, introducida en el escritorio,
resaltando sus flores, entre las hermosas hojas medianas de las acacias, en su
espaldar; en la misma madera de cedro, empleada en todos los muebles del
dormitorio. La pared de enfrente, conservando la misma altura, se ve engalanada
con el gran espejo de cuerpo entero. Tallado de claveles, en alto relieve, en
ambos costados, en una sola rama desde la parte inferior a la parte superior.
Cautiva la vista, su forma de huevo gigante, en medio del ropero de tres
cuerpos, ocupando las tres cuartas partes de la pared izquierda. Todos están
barnizados en el mismo color marrón claro, laqueado. Muy Sobrios, y de buen
gusto. Algunas fotos en cuadros plateados y otros en pan de oro, evocan la
familia, y al gran amor de su vida, después de su madre. Pues para ellas dos ha
nacido, el amor que aflora por sus poros, un invalorable secreto que se deja
traslucir, sólo cuando se le pone a prueba. Están distribuidos en los dos
veladores, uno a cada lado de la monada de cama. Adornan la estancia, rebozando
de paz, en silencio.
El
techo blanco, se abre como un ventanal inmenso que se prepara en el cielo para
ahogar el grito de impotencia, sonoro, que corrió kilómetros de vísceras en la
tripa de Josep, sin llegar a salir de su garganta para no alarmar a sus padres
que estaban conversando amenamente en la cocina. Vista tamaña osadía que dormía
ajeno a todo acontecimiento. No le quedó más que caer de rodillas al suelo, y
abrir los brazos al aire mirando al cielo, para dejar caer la cerviz con
fuerza, cansado de tanto esfuerzo. Quedose quieto por largo rato, en la misma
posesión, ante la desgracia evidente, junto a los pies de su cama en el centro
de la estancia. Parecía crucificado en el aire. El papel había aprovechado su
ingreso cuando él estaba ocupado en su proselitismo, preparando los
acontecimientos de rigor, para ocupar la Casa del Pueblo, después de las
votaciones, previstas por la Ley: en fecha, hora y lugar.
A los
costados de la puerta de entrada del pasillo a su cuarto, derecha e izquierda,
se ve una silla destinado para los íntimos amigos o familiares que tengan la
oportunidad de ser invitados a cruzar el umbral.
Sobre
su escritorio de trabajo, está la foto de cuerpo entero de la mujer más hermosa
de Cataluña, con un Jersey de color rojo y un vestido negro, y unas bellas sandalias
adornando sus bonitos pies. Baila una sardana a pocos días de haber culminado
las fiestas de las flores, organizada por el clero. Años más adelante, pasaría
a ser una fiesta de responsabilidad del pueblo, promovida por Josep. Era un
buen lugar para contemplar aquel cuadro, precioso color del oro: Al anochecer,
al amanecer; a cualquier hora, de un día de descanso ó de trabajo: de una
semana, de un mes, de un año ó de toda la vida. Qué mejor contemplar el cuadro
muy grande desde su cama. Sobre la almohada con los brazos cruzados por debajo
de su cabeza; y los pies estirados a pierna suelta después de un agradable
baño. Era su invitada de honor, siempre presente: ¡SU ETERNA PRIMAVERA! ¡EL
ALIENTO DE SU VIDA! ¡LA MARIPOSA QUE CON SUS COLORES LE ENDULZA LOS DIAS! ¡LA
HUELLA QUE LE LLEVA, HACIENDO EL CAMINO POR DONDE VA!
¡QUE
CORTO SE HACEN LOS AÑOS, A SU LADO, PARA AMARLA, VENERARLA, CADA DIA!
Tienes
el rostro dulce y sereno,
Frente
amplia, inteligente, de los océanos.
Y un
lindo color de piel y de cabellos con coleta.
Eres un
bálsamo para mi espíritu.
Tienes
un cuerpo ondulante,
Férreo
y bravío como las olas del mar
Sobre
los pilares hermosos de Roma, conquistándolo todo.
Y unos
maravillosos pies que me revolotean la sangre.
Quiere
mirar de cerca, el esclavo, tus ojos,
Aquellos
que están tras las lentillas.
Sin
interrumpir, tu vida sosegada,
Para
hurgar en tu alma, sus secretos y fantasías.
Sentir
tu aliento golpear mis mejillas
Y el
leve movimiento de tus labios
Pronunciando
una palabra castellana:
¡Por
qué, después de tanto tiempo!...
Rezaba
Josep aquellas palabras, en silencio, royendo su timidez o cobardía. Mira el
cuadro enorme, que adorna su escritorio de trabajo, en su dormitorio. Duplicándose
en el espejo rectangular de la pared.
"A
GRANDES PROBLEMAS. GRANDES SOLUCIONES" se dijo a sí mismo, y decidió
obtener el permiso del pueblo para dedicarse de lleno a la solución de sus
problemas.
Se
convirtió en la primera autoridad, en el momento y fecha prevista por el Comité
electoral.
Según
el Geólogo CAMPRICH. que le dictara una cátedra en sus últimos años de
estudiante, en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona, sobre:
"VETAS DE AGUA, TÉCNICAS DE
APROVECHAMIENTO DE RECURSOS, PLANIFICACIÓN POLÍTICA Y FUTURO ECONÓMICO".
Las faldas del Montseny, eran un cascarón de huevo. En las profundidades de la
tierra, a su alrededor, se almacenaban grandes y diversas vetas de agua:
incluso, una de ellas provenía directamente de Suiza. Albergaban tal cantidad
del líquido elemento, suficiente para ser industrializada y comercializada en
favor de quienes inviertan en dicha empresa renovadora. Daria mucho trabajo por
largos años. El oro cristalino generaría ganancias e impuestos por producirla.
Las
empresas que invirtieran en su explotación, generarían el pago de un canon:
este permitiría engrosar los ingresos económicos a las arcas de la Casa del
Pueblo. Así se liberarían poco a poco, los impuestos a lo que se someterían
obligatoriamente los ciudadanos, por cada servicio individual o colectiva, que
reciba para mejorar su calidad de vida. En principio Josep mandó construir
pozos de agua, para el consumo de los ciudadanos, accionadas por un eje manual
sujeto entre dos pilares de troncos con travesaño, Se construyeron en zonas
estratégicas con el ir y devenir del crecimiento del pueblo rural, y sus
necesidades, a medida que se iban agrupando desde las lejanías. Los payeses
comenzaron a comprar propiedades en el pueblo, para poner en funcionamiento
negocios que les reportaría buenos dividendos, contribuyendo con esfuerzo e
inversión, a generar la riqueza que se requería, aprovechando la expansión
laboral.
Tampoco
se olvido de los bebederos para caballos y burro, de paso por el extenso valle;
y otros pozos, construidos de concreto rectangular, para ser utilizados
exclusivamente para el lavado de ropa. Acudían muchas mujeres payeses,
indistintamente, acusando largas caminatas desde sus casas; intercambiaban
noticias; comentaban quehaceres cotidianos; sus planes pendientes ó el recuento
de sus antepasados. A la luz del espacio, con sol o sin ella, respetando las
lluvias. Otras cantaban o mordían sus rabietas. Sentimientos contrapuestos.
Solo
faltaba la obtención del derecho de administrar el agua como anhelara Josep,
mediante el dictado de una ley especifica." LAS MUJERES SON LAS QUE LLEVAN
EL TRABAJO MÁS PESADO DE LA VIDA, DEBEMOS PONER TODA NUESTRA ATENCIÓN, POR
ALIVIARLES EN ALGO, SU CARGA PESADA".
Duro
cuatro años en compaginar y reunir los documentos necesarios de la creación de
la villa con sus propios límites. Previamente invito a estudiosos, a investigar
sus extensiones y recuperar su propia historia, con la comprensión y ayuda de
los propietarios de extensos terrenos del bosque.
Una de
las casas, en dónde se reunían en un principio, fue donado por uno de los
vecinos, cuya voluntad fue, no revelar su nombre. Allí se edificaría el local
de la Casa del Pueblo. Junto a ella, entrando, por es lado derecho colindaría
por tiempos inmemoriales, con la iglesia románica, reconstruida, con la ayuda
de las autoridades eclesiásticas superiores de Girona, y el donativo económico
de las personas religiosas. Unas destacaron más, y otras, en su mayoría menos,
pero su contribución era encomiable reconocer. No todos en el valle eran
personas adineradas. "LA FE MUEVE MONTAÑAS”.
En la
iglesia, se celebraría las misas de los familiares fallecidos al que acudirían,
casi obligados, para ser despedidos en su penúltimo camino, dirección del
cementerio: sin distinciones, por ser la casa de Dios Padre. Se acostumbraría a
notificar el fallecimiento de algún miembro del pueblo, sea hombre o mujer,
mediante una esquela mortuoria, escueta y pequeña. ¿La razón? "EL PUEBLO
ES UNA FAMILIA NUMEROSA. COMO TAL, DEBEMOS PARTICIPAR UNIDOS EN LOS BUENOS Y
MALOS MOMENTOS,” sustentaba Josep,
Se
celebrarían los matrimonios religiosos. Los bautizos de los hijos, las primeras
comuniones, y toda otra ceremonia vinculadas con la religión católica.
Respetando, claro, la libertad de cultos.
Construyó
el local de la comisaría de La Guardia Civil. Era necesario contar con el apoyo
policial para sofocar cualquier desmadre social y para hacer cumplir las leyes
en favor de la buena convivencia. Su presencia era garantía caminando por las
calles. De día y de noche.
Se
había iniciado el crecimiento ordenado del pueblo. Josep cuando fue erigido
primera autoridad, su primer Edicto se suscribió con el compromiso rubricado de
todos los presentes, en esa ceremonia incluido el pueblo en pleno, como
invitado de excepción. Se comprometieron respetar el crecimiento de las
edificaciones futuras, alrededor del plátano, que se saco de la pequeña maceta
y trasplantaron en lo que hoy es la pequeña plazoleta del pueblo, Corría el año
1868.
El
pueblo, empieza a crecer con el tiempo, a ritmo vertiginoso en cuestas y bajadas,
curvas y quiebres caprichosos, trasladando la riera al centro. De un lado y del
otro, alejándose, las casas se ofrecen como una amplia sábana que ondea hacia
la montaña, con sus techos de tejas rojas.
En
otoño e invierno, cuando las temperaturas bajan, las chimeneas empiezan a
verter su humo blanco, expidiéndolos al cielo. Como notas musicales, se
escriben en el pentagrama del espacio, a los compás del fuego: que con sus
notas, consume los trozos de la encina: dando un bello espectáculo, en el
interior de las casas, calentando los cuerpos acurrucados de sus ocupantes. Los
mayores, unos dándole a la lectura, otros al tejido del croché. Los niños
juegan inocentes, y en algunos momentos, escuchan de sus padres, los cuentos de
caperucita rola; de blanca nieves y los siete enanitos; La bruja perdida en el
bosque; la cenicienta, y muchos cuentos más, que recordarán y trasmitirán a lo
largo de la historia familiar.
Era el
momento Idóneo para recordar sus obras; no porque el pueblo lo haya Ignorado en
vida, al contrario. Ahora tenía la oportunidad de hacerlo sin que se lo prohíba
su primera autoridad, Además, son evidencias reales que nadie puede negar, ver
la belleza, su encanto, las calles empedradas; y que muy lejos quedaron
aquellas polvorientas, anchas, y solariegas calles sin trazos. Paso de burros y
caballos, perros sucios de barro en tiempos de lluvia. Personas polvorientas
cubriéndose de los días de viento, con los pelos enjutos y los ojos
espolvoreados. Muchas veces el sombrero o la boina, no era una solución para
mantener el pelo quieto, al contrario, un problema por no aferrase en la
cabeza.
Destinó
un lugar de descanso, donde acuden los parroquianos de la tercera edad, los
jóvenes, niños con sus padres o yayos, a gozar de la tranquilidad del fin de semana.
También se celebrarían bailes, se practicaría deportes. Gozaban del gramado
natural y las sombras de los árboles. Encantador lugar para pasar con la
familia o en compañía de los amigos, en la primavera o el verano. Pero se podía
mejorar para pasar las otras dos estaciones. Momentos gratos acompasados, del
agradable sonido de la riera; por la caída de una piedra en movimiento o
rebasando las empalizadas. O el golpe de las piedrecillas que tiran los niños
traviesos. ¡Y qué más!: la vida, la alegría, la esencia de las aguas. El leve
rumor de las truchas en movimiento.
Tenemos
la casa de los ancianos. Josep no podía ver las caras tristes de los hombres
que dieron todo su esfuerzo por educar a sus hijos. Ellos habían contribuido
para ver crecer ordenadamente su pueblo. No quería ver a los jóvenes alados,
(como los Mamaba Josep alegremente a los mayores. Para no herir esa
metamorfosis de pérdida de fuerzas* reacciones lentas, ideas crónicas del
pasado, caminar pausado, y falta de regeneración de células) abandonados; y tos
que no, se sintieran un estorbo en sus propias casas que construyeron con mucho
esfuerzo. Lo importante no estaba en solo presentar doce paredes vacías, como
un medio de impactar a los ojos de propios y extraños en el día de la
inauguración, como tampoco el nombre con que la llamarían. Radicaba, en la
manera que se preocuparía, dotándola de todas las comodidades. Billar, ajedrez,
damas, pin pon, naipes españoles. 'Gozarían de buenas camas, Qué decir de la
cocina y del amplio comedor. Como buena autoridad se preocuparía por dotarte de
una partida económica creciente, cuyo porcentaje Iría acorde con e! índice
inflacionario, subvencionado por la Casa de! Pueblo. ¿Sus ingresos? De los
impuestos que crecerían al paso del tiempo, "ES JUSTO DEVOLVERLE AL PUEBLO
EL FRUTO DEL PAGO DE SUS IMPUESTOS, DE ALGUNA MANERA, EN UN FSPACIO Y TIEMPO.
TAMBIÉN RENDIRLE CUENTAS DE CÓMO SE MANEJAN,"_ decía Josep. Además
suscribió un contrato de compromiso con Caritas, en la que se obligaba a
proveer granos de arroz, judías, harina para pasteles, aceite,. leche en polvo.
De ésta manera no sentirían la amenaza de la soledad, el abandono y la
humillación, en el momento de llegarles la inutilidad. Aun así consideraba que
era poca la ayuda para su proyecto y dejó la libertad de participación de los
agricultores, de los textileros, y ganaderos: Subvencionando con lo que
consideraran su libre.
"BIENVENIDO
SEAN QUIENES MIREN, EN LOS JOVENES AJADOS, SU PROPIO ESPEJO. ESE FUTURO, ES
REAL PARA TODOS LOS MORTALES»“También se hacía necesario contar con el
voluntariado de personas, para turnarse en la cocina, la colada y la limpieza
del recinto. Podrían turnarse en todas las funciones descritas, semanalmente.
Algunos servicios serían requeridos en el día y otras por las noches. Les
prometía que tendrían su propio local, con escritura pública, reconociendo la
propiedad.
No
podía menos, recordar lo importante que fue la escuela de su niñez y sus
carencias de entonces. Se ponía melancólico al volver al pasado. Allí tuvo sus
momentos más alegres é inocentes de su vida, y el sacrificio que compartió con
los estudiantes de la época, para acudir a ella. Pudo conocer de cerca la
realidad de cada uno de sus compañeros. Él era por entonces un privilegiado,
con los recursos, que otros carecían. No pasaba estrecheces. Pero compartió su
amistad, ligada a sus compañeros y sus modos de vida, renunciando a cualquier actitud
que favoreciera a su persona, o facilidades, que podría ofender a sus
compañeros. Compartió con muchos de ellos, al profesor del antiguo valle, que
todavía no desaparecía, para reforzar una parte de lo que aprendía en la
escuela. La suma, la resta, la multiplicación y la división. La diversión, en
el Juego con la pelota de trapo, jugando sin zapatos a la salida de clases. La
competencia, corriendo con algunos compañeros, alrededor de la escuela, los
cien metros planos sin vallas. El salto alto, atando la cuerda a dos palos, con
cierta distancia, una de la otra,
Solían
ponerse de acuerdo los fines de semana, después de ayudar en las tareas de
casa, acudir al bosque en busca de castaños que llevar a casa para ser asadas,
o buscar los nidos de los pajarillos para regodearse mirando las nuevas vidas,
y abrirles los picos y darle migajas de pan, mojados con leche. Recordaba con
regocijo y alegría, aquella vez, que en sus travesuras, metieron en una caja
pequeña, dos huevecillos, que abrigaron a la luz del carburo, arropado en
trozos de mantas viejas. Él había trozado una manta buena de su madre que al
descubrirla montó en cólera. No dio el resultado esperado, y la vida en el
interior de los huevecillos no prosperó. Aprendieron la lección de la vida, en
lo que respecta, el valor de las madres. Sólo ella, con el calor de su cuerpo,
y el amor de su corazón, tiene el don de la vida. Se habían equivocado, no se
puede ir contra la naturaleza.
Gozaban
los días de las estaciones del año y, hasta en los días de lluvia, de las
casuchas que construían en los árboles del bosque. Allí se reunían para
conversar y degustar de la fruta del bosque: Las cerezas, las manzanas del
lugar, muy jugosas, dulces, y apetecibles. La uva, las moras, los melocotones,
las peras, los higos. Cuantas trastadas habían ocasionado en su inocencia. Les
encantaba llegar a casa con los agradables bolets o llevando espárragos. Eran
felices cuando jugaban, y las largas horas que le dedicaban, no las sentían;
especialmente, en el juego de las escondidas.
Cuántas
oportunidades le brindo su pequeña escuela, en su formación, y la oportunidad
de conocer a los de su quinta. Construyo la nueva escuela cerca de la Iglesia
de la Piedad; dotándoles del ambiente adecuado. Las carpetas y los bancos, el
pupitre y la silla del profesor, fueron construidas con la madera que les
brindaba el bosque. 'TODA ACTITUD EN FAVOR O CONTRA DEL BOSQUE, DEBE SER
ESTRICTAMENTE NECESARIO Y JUSTIFICADO, SIN EXCEDERSE. EL NOS BRINDA LO QUE
NECESITAMOS, PERO TAMBIÉN DEBEMOS DEVOLVERLE CON CRECES NUESTROS CUIDADOS. SON
LOS PULMONES DEL MUNDO, REPARTIDOS EN TROZOS POR EL ANCHO CUERPO QUE REPRESENTA
EL PLANETA." Era el pensamiento de Joan.
Junto a
la pequeña escuela de su niñez, tenía planeado, construir el Parvulario. Era
necesario que estén juntos. Los niños tendrían siempre el contacto de los
hermanos mayores que verían en sus vecinos. Así no les sería traumático, o al
menos, se reduciría el llanto del primer día escolar, cuando se separasen de
sus padres, por primera vez, viendo gente distinta y un domicilio y ajeno.
No era
una buena época para los agricultores de la zona por aquellos años del siglo
XVIII. Había mucha pobreza y debería buscarse un modo idóneo para equilibrar la
balanza de la economía en los hogares. Se hacía necesario buscar una
alternativa justa entre dos bandos: El pueblo y los agricultores. Crear fuentes
de trabajo alternos, y expender los productos de la tierra directamente al
consumidor; era una alternativa. Así desaparecían los intermediarios quienes se
enriquecían sin invertir ni arriesgar nada y vivir lujosamente en las grandes
ciudades.
Mostrar
los productos que se elaboraban en la zona, permitiría a los payeses hacerse
más visibles en el mundo rural e incipiente del que despertaban. Josep optó por
crear el mercadillo ferial de los fines de semana. Se conocería, los productos
derivados del cerdo, los quesos, la miel de abeja, los pasteles que tanto
lustro dieron y dan a propios y extraños con la riqueza de ésta inmensa región
de 86'94 km2. Todos ganarían con ésta iniciativa. También era necesario,
analizar la tierra para producir más, sembrando el producto ideal, sin
empobrecerla. Planificar las cosechas de acuerdo a las necesidades internas, y
del país, asegurarían un mercado seguro, en una economía de libre comercio.
Pero aun así le faltaba mucho a Josep, para atar cabos, que hicieran posible
funcionar al unísono el progreso del bello paisaje: "PEDACITO DE
CIELO", que resonaba en su corazón.
Tenía
en mente la creación de una biblioteca y estaba realizando las coordinaciones
pertinentes, para agenciarse de libros, revistas, diarios que interesen a la
niñez, a los jóvenes; e incluso, a las personas mayores cuando tuvieran la
necesidad de obtener algunos datos sobre la historia del pueblo, de sus vecinos
o de la nación. Sería un buen argumento para orientar a las nuevas generaciones
en el hábito de leer. También establecía contactos con personas importantes que
le cediesen el terreno o la venta del mismo, con facilidades de pago.
Consideraba que una buena biblioteca, debería contar con la seguridad de
permanecer para siempre en un solo lugar. Así sus enseres bibliotecarios no se
perderían ni deteriorasen con el traslado. "UN PUEBLO CULTO, CON LA
EDUCACIÓN ADECUADA, HACE HISTORIA. Y MIENTRAS MEJOR PREPARADOS ESTEN SUS HIJOS,
SERÁN EL ORGULLO DÓNDE VAYAN. SU PRESENCIA Y SABIDURÍA, DESPERATARAN EN EL
RESTO DEL COLECTIVO LA CURIOSIDAD DE SABER: DE DÓNDE SON, DÓNDE SE
PREPARARON." Y entonces recordarían a su pueblo, a sus raíces, y su
escuela. Favorecerían el turismo. Se harían conocidos en el mapa con el paso
del tiempo. Una buena biblioteca, fecunda; afianzaría a las juventudes futuras
en el camino del conocimiento; camino sano.
Cuántas
veces le ganaba el tiempo, mientras contemplaba ensimismado la belleza del
valle, en las noches de luna. Apoyaba sus brazos en la baranda de su balcón,
formando con sus manos una copa donde apoyar el mentón. Pensaba en la manera de
resolver los distintos escollos. Cómo éste día, en que se ve acompañado de las
estrellas en la lejanía del cielo oscuro, y la frescura del viento frío,
golpeándole la cara. Recordaba parte del discurso de John F. Kennedy: "EL
MUNDO ES MUY DISTINTO AHORA. POR QUE EL HOMBRE TIENE EN SUS MANOS PODER, PARA
ABOLIR TODA FORMA DE POBREZA Y PARA SUPRIMIR TODA FORMA DE VIDA
HUMANA...". Su fe en los niños y jóvenes del mañana, crecía, pensando en
ese gran hombre sabio de América. Distinto a otros políticos que le
antecedieron en la casa blanca; que no creyeron en el concepto, hombre, ser
humano; sin dejar de importar sus razas o colores, que no fuera el de su propia
raza foránea, la que prevaleciera: La raza británica. Recordaba otra parte del
discurso, referente a Los Derechos civiles: "... NO TODOS LOS NIÑOS TIENEN
UN TALENTO IGUAL O UNA CAPACIDAD IGUAL, O MOTIVACIONES IGUALES, PERO SÍ DEBEN
TENER LOS MISMOS DERECHOS A DESARROLLAR SUS TALENTOS, SUS CAPACIDADES Y SUS
MOTIVACIONES PARA HACER ALGO DE SÍ MISMOS...". Debemos preparar a nuestra
niñez y qué mejor brindarles un buen lugar para satisfacer sus curiosidades intelectuales.
Además debemos tener en cuenta la creación de un museo dónde conservasen las
fuentes vivas del pasado, presente y futuro de mi pueblo.
Dejó
establecido que la limpieza de las calles lo realizaran los hijos de familia
con deficiencias físicas. Además deberían contar con un centro especial dónde
reciban la educación adecuada. Nadie puede sentirse marginado, al menos
mientras él se mantuviera con vida. "TODOS TIENEN DERECHO PREFERENCIAL A
LA EDUCACIÓN Y AL TRABAJO COMO HIJOS DE ÉSTE PUEBLO."
Consideraba
también de extrema obligatoriedad, que las autoridades de turno debieran
mantener informados al pueblo, de todos los movimientos económicos que se
ejercieran: gastos de inversión en obras. Pagos por servicios profesionales.
Sueldos y salarios del personal. El pueblo debe estar seguro de la distribución
correcta del pago de sus impuestos, y que también podría intervenir en la
sesiones, con voz, pero no voto, en la aprobación de las obras prioritarias.
Para realizar ésta acción, evidentemente, el pueblo recibiría con la debida
anticipación en sus casas, las invitaciones: La agenda, indicando los tópicos a
tratarse, lugar, día, fecha, y hora a desarrollarse. Los resúmenes de los
balances económicos: Conteniendo los ingresos y egresos de capital, semestral y
anual.
Los
gastos de compras e inversiones que se efectúen, ó temas concretos que estén
por efectuarse, deberían ser notificados en una esquela separada, que
recibirían en sus puertas.
Josep
cimentó las bases de una economía floreciente. La construcción comenzó a
desarrollarse, la agricultura tenía futuro. La tala del corcho, empezó a
generar su propio desarrollo. Impulsó la inversión en las ayudas sociales.
Permitió la venida de los primeros trabajadores africanos para desempeñar las
funciones que el catalán no quería desempeñar, encareciendo la mano de obra.
Los educó en el idioma. Les creó una partida de ayudas: Pago de alquiler de
vivienda. Alimentos. Medicinas. Trabajo temporal en la casa del Pueblo,
mientras se le conseguía algún otro trabajo que mejorasen sus magras economías.
Paulatinamente a los hijos de la gente de color se les brindó la gratuidad
escolar.
Se
trataba de asegurarles el capital humano a las empresas, que fueran
estableciéndose. Con el paso de los días, los primeros inmigrantes tenían el
camino fácil para el ahorro. Oportunidad que carecían los oriundos de éste
pueblo, quienes empezaron a mirar con recelo a su autoridad, por primera vez;
se estaba equivocando, empezando a sospechar que el pago de sus impuestos no
iban por el camino correcto: Terminar en las obras creativas de su alcalde.
El
progreso no trae solo alegrías. También inconvenientes, bajo la manga
escondida. Incipientemente fue apareciendo la Droga. Con el apoyo de la gente
del color negro, de sus almas, en su trapicheo. No todos, pero si con aquellos
cuyas ambiciones rebasaban las reglas de las buenas costumbres y la importancia
que reviste el ser humano. Fue un binomio de propios y extraños. Lo que tanto
temía Josep, conocido por las noticias que tuvo en su tiempo. Fueron muchos
quienes gozaban la bonanza de los buenos tiempos. Pero hubo uno, en los
inmigrantes, que con su osadía puso en peligro la confianza que el pueblo les
brindó. Lo que daría pie, a cerrárseles el caño del que bebieron sus
coterráneos: ¡La prosperidad! Palabra desconocida en el país africano para la
inmensa mayoría de sus pobladores.
Su
conciencia estaba tranquila. Quería devolver la fe y la esperanza, a los padres
y sus familias, desterrando por todas el veneno mortal del siglo. Caiga quien
caiga, era menester denunciar al monstruo. A su mente venían los recuerdos de
su generación; los mayores tenían confianza en sus hijos. No eran
profesionales, la mayoría, o casi todos, pero eran personas de principios
arraigados, y pletóricos de buenas costumbres, que supieron acuñar en el seno
de sus hogares; y reforzadas en la escuela. De todas formas éste era un pueblo
tranquilo, pujante, abierto, con los que lo merecen; y no se podía permitir,
bajo ningún concepto, se le tratara de ésta manera.
Precisamente,
esa noche del desenlace fatal, Josep venía de descubrir al hombre que
manipulaba en la sombra los hilos que estaban dañando a la juventud. Estaba
dispuesto sesgar por lo sano, pero con la contundencia requerida aquella
insania de envenenar a las juventudes con el trapicheo de la droga, y el hecho
de haber traicionado la confianza que habían depositado en él y toda su raza.
Ahora, lo ponían en evidencia, las miradas dudosas, de todas las personas que
confiaron ciegamente en su buen criterio y lealtad.
La
pobreza de España, acentuada por la característica del régimen de la dictadura
franquista entre los años 1939 y 1949 permitió que los andaluces se trasladasen
a tierras catalanas en busca de esa prosperidad. Cataluña llegó a la cúspide de
la economía, por el tesón de su gente, y por la paulatina contribución de ésta
nueva generación de emigrantes que, supieron adecuarse a la rica cultura
existente. Así nacieron los charnegos españoles, que aman ésta tierra con el
corazón.
A
Josep, como autoridad e hijo del pueblo; le dolía en lo más profundo, tener que
admitir ante los miembros de su gobierno, que se había equivocado, a medias,
permitiendo la llegada de los foráneos africanos; que no estuvieron a la altura
de responder con la misma moneda, la confianza depositada en ellos. Debieron
evitar que uno de sus miembros cometiera algún delito, en el ámbito, donde se
les tenía cariño y se les daba mucho apoyo.
Después
lo haría saber en un mitin al pueblo. Pero quería reconocer su error, y a la
vez, mostrar al culpable, al que expulsarían con su familia. El culpable
previamente pasaría por la cárcel cumpliendo su condena que le impusiera un
Juzgado. De ésta manera se exculparía a la gente que no estaba involucrada.
"NO TODOS SON MALOS, POR UN DELITO QUE COMETIÓ UNO DE SUS MIEMBROS. NO ES
JUSTO, INVOLUCRARLES EN EL MISMO SACO. ¡SÍ!, SE HABÍAN EQUIVOCADO AL NO
DENUNCIAR, PERO QUIÉN NO SE EQUIVOCA. LO TENDRÍAN PRESENTE EN ADELANTE PARA NO
COMETER EL MISMO ERROR."
Josep
se había hecho merecedor a innumerables reconocimientos por su indesmayable
lucha que ponía de manifiesto en favor de su tierra. Lo recordarían en la
posteridad. Su bondad, su sencillez, su honradez, su inteligencia, su pujanza
sin límites, en los propósitos que emprendía, serán trasmitidas de generación
en generación para que sirva de ejemplo. Qué mejor reconocimiento se podría dar
a quien no aceptó premios en vida; deteniendo las buenas intenciones que le
prodigaban: "HAY COSAS MAS IMPORTANTES EN QUE CENTRAR VUESTRAS ATENCIONES.
NADA HUBIÉSE SIDO POSIBLE CONCRETAR, SIN LA INDESMAYABLE COLABORACIÓN DE
USTEDES. LA CONFIANZA QUE DEPOSITARON EN MI PERSONA, NO HIZO MÁS, QUE
INCENTIVAR Y REFLOTAR MI ESPERANZA, DE VER MI PUEBLO, VUESTRO PUEBLO, EN EL
PEDESTAL QUE LE CORRESPONDE: ARMONIOSA EN TODOS LOS SENTIDOS. LA BELLEZA DE SUS
EDIFICACIONES, SIN AFECTAR LA NATURALEZA, COMO LO IMAGINÉ EN MI JUVENTUD. TENGO
FUERZAS SUFICIENTES Y MIENTRAS TENGA SALUD, LUCHARE A BRAZO PARTIDO POR SEGUIR
VIÉNDOLA CRECER PRÓSPERA, CON FUENTES DE TRABAJO QUE ES LO MÁS IMPORTANTE
GENERAR Y APOYAR, CUANDO LLEGAN. LO NECESITAN NUESTRAS JUVENTUDES Y TODOS
NOSOTROS. TENGO FÉ EN NUESTRAS RIQUEZAS ACUÍFERAS. TENGO FE EN EL BOSQUE,
APUESTO POR LA AGRICULTURA, Y ADMIRO A NUESTRO VECINO VENIDO DE LLEIDA A
INSTALARSE EN LA CARRTERA. ÉL ABRE NUEVAS VÍAS EN EL ENGRANDECIMIENTO ECONÓMICO
DE NUESTROS LARES. EL CREE EN NOSOTROS, Y EN LA CONSTRUCCIÓN DE SUS
CARROCERÍAS. GENERA NUEVAS ESPERANZAS DE VER FORTALECIDA ÉSTA REGIÓN. CONTARÁ
CON TODO MI APOYO. BIENVENIDOS TODOS AQUELLOS QUE SE QUIERAN INSTALAR EN
NUESTRA ZONA PONIENDO ALGUNA ACTIVIDAD ENCUMBRADORA. SON USTEDES, Y ELLOS, LOS
QUE VIENEN A INVERTIR EN NUESTRA ZONA, LOS QUE MERECEN EL PREMIO QUE HOY LES
RONDEA LA MENTE. YO SOLO SOY EL INTRUMENTO, AL QUE HAN CEDIDO EL HONOR DE
EJECUTAR LAS OBRAS QUE USTEDES APRUEBAN. GRACIAS POR SU CONFIANZA, SU APOYO Y
CONFIANZA, YA ES UN PREMIO INVALORABLE QUE ME ENALTECE. AHORA LES TOCA SER
JUSTOS CONSIGO MISMOS."
Merecía
el Premio Nobel de la Paz, por contribuir con su lucha a la tranquilidad y
armonía de las personas y los pueblos. El Premio Príncipe de Asturias, por
contribuir con su ejemplo, a la construcción de la economía de los pueblos y la
manera de rebajar el pago de los impuestos, y arbitrios, de sus ciudadanos,
generando sus propias rentas.
Pese a
que la fúnebre noticia se ha expandido por la radio, los diarios, el NODO, en
las ciudades grandes; su nombre ya era grande y había escrito su propia
historia. No se rige por el suceso necrológico, es simple y llanamente, mera
circunstancia.
Es
encomiable ver los nuevos proyectos, (truncados por la adversidad) sobre el
escritorio de Josep. Esperaban su turno para ser debatidos, como siempre
acostumbraba hacer las cosas. Alabado un hombre como él, lástima que ya se
había hecho muy grande, pendiente del trabajo, con un corazón joven que se abre
para esa gran masa juvenil a la que defendía y admiraba. Los cimientos de sus
obras, hablan por sí solas.
Para
muchos de los políticos involucrados en la república, no les era desconocido y
lo consideraban una buena carta de presentación para convertirlo en secretario
general de algún partido, ó proponerlo en sus cuadros de persona emérita, para
ocupar cargos importantes, que combinados con su ingenio, den lustros no sólo a
Cataluña, también a España, como lo hizo con su pueblo generando riqueza,
belleza y ejemplaridad.
Uno de
los proyectos encontrados sobre su escritorio, entre muchos otros, Josep, se
proyectaba solicitar la dación de una Ley, que autorice a las Casas del Pueblo,
el derecho de suministrar el agua. Pretendía instalar el líquido elemento en el
interior de las viviendas, con prioridad de otros servicios, también útiles.
Para realizarlo deberían disponer de la autorización gubernamental a su favor.
Es decir se les reconozca el derecho sobre lo que era suyo: El Agua.
Se
necesitaba del financiamiento que no tenía, y apoyo técnico, para estudiar el
equilibrio y el movimiento del fluido.
También
encontramos la de enriquecer el calendario festivo del pueblo. Quería que la
juventud asimilara las costumbres de sus mayores y se sienta involucrado
participando de los mismos. Pretendía trasladar la fiesta de las flores, del
ámbito religioso, a ser ejecutado por todos los vecinos. Cada calle elaboraría
libremente las figuras que vestirían de flores, y que al final del mismo,
después de la revisión del jurado, elegido para la ocasión; decidido el primer,
segundo y tercer puesto, podrían reunirse en una sola mesa, tan larga como su
calle, para degustar los platos y las bebidas aprobadas por los participantes,
de su ejecución. Era la oportunidad de poner en funcionamiento el engranaje de
estrechar lazos comunitarios. Al final, a los compás de alguna orquesta y el
flabiol, aprovecharían para Bailar las sardanas. Se sentirían más unidos, más
identificados. Compartirían con alegría, el premio, al esfuerzo conjunto que
otorgaría la Casa del Pueblo, a la mejor figura dibujada y vestida de flores de
diferentes colores naturales. Sería un buen ejemplo para los hijos. Al respecto
ya lo venía comentando Josep, con los vecinos, individualmente para sopesar los
resultados. Eran favorables e imprescindibles.
Con
otros de los proyectos: Urgentes de Ejecutarse, ésta tenía fecha de invitación
para ser aprobada o desaprobada, en la sesión plenaria, con presencia del
pueblo.
Se
encontró una carta dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas,
solicitando su intervención re- primitiva del delito de las Drogas.
Secretario
General de las naciones Unidas:
Es
imprescindible dirigirme a Usted, en mi calidad de Primera Autoridad de la Casa
del Pueblo, elegido mediante el voto universal, dentro del marco constitucional
de la Península Española, y las leyes de mi país Catalán.
Los
hechos, más que evidentes de una catástrofe que empieza a emerger, en el presente
siglo, me encamina, consciente de considerar, el momento oportuno, para que su
superior Despacho, conozca y actúe, en su calidad representativa del Hemisferio
Mundial, con el poder que le otorga su estatuto de Las Naciones Unidas,
suscribir una fecha en su apretada agenda: Solicitando reunión urgente de
Presidentes y Ministros de Relaciones Exteriores, de cada País integrantes de
su jurisdicción, para tratar en el término de la distancia, asuntos muy
urgentes, relacionados con la elaboración de Proyectos Normativos sobre el
Tráfico de estupefacientes.
Si su
Despacho, no es de distinto parecer;
1.
Declarar ilícita todo tipo de droga, natural o química; y crear sanciones
punibles a quienes lo ejerciten enriqueciéndose, a costa de destruir la vida y
la esperanza que anhelan las naciones: sus juventudes.
2. Resulta potencialmente necesario,
prohibir el cultivo y comercio de la coca y la amapola; y cualquier otro
estupefaciente natural o químico, que atente peligrosamente la salud mental y
física de las personas, recomendando ser remplazada por otras siembras,
asegurándoles un mercado seguro que los incentive al cambio.
3. Declarar prohibido el transporte de
todo tipo de estupefacientes, por los limites interiores y exteriores, de los
países suscritos de su jurisdicción; constituyendo grave delito de lesa
humanidad.
4. Aprobar la cadena perpetua para los
infractores de éste delito y el trabajo forzado obligatorio, mientras tengan
vida, sin ningún derecho a privilegio alguno.
Sin
otro particular, con mi especial respeto y admiración por su institución. Con
la firme esperanza con que acudo, espero recibir de vuestra autoridad, la
noticia de que ha puesto en ejecución el trabajo que amerita salvaguardar, y
proteger, a las nuevas sangres del futuro, que representan las juventudes; y de
la que se nutre la evolución política, saludable, de sus países miembros.
Valga
la oportunidad de testimoniarle mi adhesión a su gestión y sentimientos de
prosperidad a su mandato.
Nombre
y apellidos y un sello
Otro de
sus proyectos, estaba crear la regiduría de Parques y Jardines, y crear el
impuesto de las declaraciones juradas de los inmuebles, para cubrir la
contratación de Obreros de jardinería, y dotarles de materiales y herramientas.
Mediante
la creación de impuestos y arbitrios, la casa del pueblo se agenciaría de
dinero para satisfacer las propias necesidades del entorno de sus
conciudadanos.