domingo, 29 de abril de 2012

La Reforma Laboral


 REAL DECRETO-LEY 3/2012, DE 10 DE FEBRERO, DE MEDIDAS URGENTES PARA LA REFORMA DEL MERCADO LABORAL.



Después de estudiar ampliamente está reforma del mercado laboral y de analizar sus virtudes y defectos, cabe resaltar que en su totalidad no acomete innovaciones, ni nuevos desarrollos del mercado laboral, más bien modifica, leyes y artículos, cercenando derechos adquiridos, cambiando la balanza, que en ciertos aspectos puede ser muy loable y necesario, pero  que no acomete ninguna aportación nueva al mercado laboral, algo que a mi entender hubiera sido lo más necesario, no ya el hecho de reformar lo que ya esta escrito, sino mas bien elaborar nuevas medidas de protección tanto para el trabajador como para el empresario, ya que antes de coartar derechos adquiridos, hubiera sido quizás más acertado acometer la innovación en el mercado laboral, con un aumento de los apoyos económicos y sociales a los empresarios, racionalizando dichas ayudas con el contexto actual de crisis económica, uniendo esfuerzos entre trabajador y empresario para fomentar el trabajo en equipo, así como también una racionalización de las prestaciones sociales y laborales de los trabajadores, sin caer en el mero transformismo, de reformar por reformar, esta reforma laboral y todas las precedentes no han conseguido nada en la mejora de la productividad del mercado laboral, y como cada crisis en España volvemos a tener casi un 25% de parados en nuestro país, algo significativo para entender que las bases del sistema del mercado laboral español tiene mal construido sus cimientos, desde la instauración de la democracia.
El poder ejecutivo dedica su esfuerzo a modificar las bases ya escritas, sin entrar de lleno en la innovación de su contenido y en su forma, no es momento de reformas, si quizás de cambiar el modelo productivo, y realmente después de  llevar a cabo una tarea aun más ardua, crear un nuevo marco de relaciones laborales acorde con nuestro modelo productivo y dado que una de las causas de nuestra baja productividad es la falta de uso de nuevas tecnologías, innovar en ese sentido, algo que no se fomenta en está reforma, la cual tendría que ser totalmente nueva.
Una nueva estructura empresarial y financiera nos ha llegado con la primera década del siglo XXI, y en este marco deberíamos empezar a trabajar todos juntos, trabajadores, empresarios, sindicatos y estado, con nuevas ideas y nuevos conceptos del marco laboral, los intereses de los empresarios y trabajadores han cambiado  como ha cambiado la oferta y la demanda global, y con ello sus prioridades y sus necesidades para este nuevo milenio.
Un nuevo reto que como un equipo tenemos que afrontar juntos.

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