EL CASO DEL TALLER OPAL DE LA POBLA DE VALLBONA
Una de las bases de una administración
pública es la obligación de actuar con transparencia, el llamado “efecto
pecera”, de máxima visibilidad y la obligación de garantizar los derechos de
los ciudadanos y de demostrar equidad, congruencia en la actuación y justicia
en el tratamiento de los asuntos.
Las organizaciones públicas deben prestar
mayor atención a la actuación de acuerdo con el procedimiento establecido en la
norma jurídica, ya que su fin es el interés general, lo que implica Gobernar el
entorno a favor del interés general y nunca particular.
La Autonomía local institucionalizada, no da
derecho a un régimen de mera legalidad administrativa, ya que convivimos en un
estado de derecho.
La administración local capta de su entorno
los recursos que precisa y los devuelve a la sociedad transformados en normas,
programas de actuación, y como en este
caso, en el marco de una escuela taller, en el cual parece demostrado que no se
ha producido toda la transparencia y probidad
deseada, en el uso de la autoridad y los fondos públicos, en esta subvención categórica.
Hoy en día se va dando cada vez más cabida,
dada la gran crisis de empleo que padecemos a los activistas de los partidos.
El premio, como en muchas otras ocasiones en
nuestro ayuntamiento, ha sido recompensar a los amigos políticos con puestos remunerados,
y esta es una práctica habitual en los sistemas presidencialistas.
Es una grave manifestación de la excesiva
politización del proceso de selección de personal de nuestro ayuntamiento, lo
que deberían buscar es la legitimidad frente al ciudadano en un camino de
proximidad y acabar con la habitual precepción de déficit de responsabilidad y
transparencia, hay que ser democráticamente responsables, y valorar a nuestros
ciudadanos Poblanos como se merecen.
Según los datos publicados en la propia web
de nuestro ayuntamiento cabe resaltar, y es más que sorprendente los siguientes
datos:
En una primera baremación de los aspirantes
al compañero de Partido se le concede una puntuación de 0.9 y posteriormente y tras una revisión
posterior que hasta día de hoy nadie ha visto, ni nadie ha certificado
como tal, se le aumenta la puntuación
hasta 4,4 , un 489% es decir se multiplico prácticamente por 5 su puntuación,
algo asombroso e inexplicable, y que nunca ha sido visto en ningún tribunal cualificador,
ya que prácticamente dejaron sin revisar toda la documentación, un fallo de los
técnicos………….o quizás es que se dieron cuenta de que se quedaba fuera.
La segunda persona en el acta final, que ha
sido la valiente que se ha enfrentado Judicialmente al Ayuntamiento en este
proceso, tenia en su haber la máxima puntuación Académica y de experiencia Profesional
con un 5,10 una persona a priori más preparada y con muchos más conocimientos
y experiencia.
Esta es la imagen de un proceso en el cual
las personas más cualificadas y mejor preparadas para un puesto, se quedan
fuera y funciona la red clientelar del enchufismo político.
La frase de la Prepotencia de José Mª Romero,
primo de nuestra Alcaldesa:
"SI TENÉIS
ALGÚN PROBLEMA VAIS Y LO DENUNCIAS"
No conocen la palabra humildad y servicio público,
solamente conocen la palabra PODER, tan prepotentes, que su propia prepotencia los
consumirá.
Ningún ciudadano Poblano se tiene que ver nunca
indefenso ante una administración, eso si es el Estado de derecho al que hacia
tanta referencia el concejal del equipo de gobierno, lo demás es pura
Demagogia.
Comienza un camino de responsabilidad
política, y ya veremos donde tiene los limites de dicha responsabilidad este
equipo de gobierno, que en su totalidad no han sido totalmente responsables y
que en ultima instancia son responsables de su propio voto, como bien dice la Ley
7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local en su articulo
78.2.